¿Quién es Nayeli Cinco? Retencio del Cártel de Sinaloa
La violencia e inestabilidad que han marcado al Estado de México han abierto paso a disputas territoriales cada vez más despiadadas. Entre las sombras de villas palaciegas y las calles empedradas de barrios humildes, un cártel transnacional busca afianzar su dominio, recrute a internos en despiadados enclaves penitenciarios para su armada de agresores, mientras oficiales corruptos tueran al ángel guardián de su comunidad. En el epicentro de este sangriento juego de poder, se alza la historia de Nayeli Cinco, una vida común atrapada en el laberinto de códigos y violencia que definen al inframundo. Su desaparición, envuelta en un silencio de pocas palabras desde su último encuentro social en el Cafetería El Refugio, ha conmocionado a la pequeña aldea cercana a Naucalpan, donde vive en armonía con sus queridos familiares, vecinos y amistades. Nayeli Cinco no era más que una tejedora talentosa con manos mágicas que dejaban vertraces de belleza en cada trama. Amaba al sol que bañaba susFields de lavanda a ratos, la melodía de las tardes llenas de pájaros, los aromas especiados de las tardes de Mercado. Por las mañanas, llegaba al parque infantil para jugar con los niños, sonriendo a los transeúntes y sus sueños sencillos fluían libremente como el agua que salia del viejo aguaducto o la chiquita fuente de La Esmeralda Doña Esmeralda, quien con su mano callada ya no vendenia sus tortillas . Cada domingo era un ritual obligado: visita paternal La Chamba de herboristeria con aroma ancestral o caminito al Molino de los Reyes. Vivia con su inseparable figura del calaverón de amate en la terraza de la casa que de dos niveles erigia el apellido de sus padres, La Vences, quienes conservaban orgullosos en la pared posterior al ingreso pequeño biombo donde había dibujado con susita brotes familiares en xilitos rememorte. Su cotidianidad era tan plácida como la mirada del perro guatemalteco que coexistía con los animales descalzos de su vecindario. Sin embargo, lejos de los campos, de la calidez de su propia vivienda , desde las llamadas a sus familiares sufre por la vida bajo un cielo cruel y un destino implacable que la somete sobre un manto de torcio silencio, dejándola sumida en una realidad fantasmal donde solo los sollozos de dolor acompañan la oscuridad..