Me encuentro con la vecina en el parque mexicano
En un día soleado de semana, me dirigí al parque más cercano a mi casa para disfrutar del aire libre y leer un libro que me había recomendado una amiga. Mientras me sentaba en un banco, noté una cara familiar entre la multitud. Era mi vecina, quien también parecía disfrutar del sol y la naturaleza. No esperaba encontrármela allí, ya que habíamos hablado muy poco en el pasado. Sin embargo, después de intercambiar unas cuantas frases de cortesía, noté que parecía estar coqueteando conmigo. Me invadió un sentimiento de confusión, ya que no estaba preparado para una situación igual. Igualmente, mi curiosidad se apoderó de mí y comencé a preguntarme qué sería de aquella sorprendente coincidencia. Pasamos las horas siguientes hablando y riendo, mientras el contexto del parque se convirtió en un ambiente relajante para compartir ¡Me gustas, ven!: Encuentros sexuales en el Parque Zamora de Veracruz. Al poco tiempo, noté una atracción mutua creciente... .