La prostitución en la Antigua Roma: una práctica socialmente aceptada
Durante la época de la Antigua Roma, la prostitución era una práctica comercializada y socialmente aceptada, aunque no siempre legal. Los hombres romanos de todas las clases sociales, desde los patricios hasta los esclavos, tenían acceso a este servicio sin el juicio moral de la sociedad, siempre y cuando demostraran autocontrol y moderación en la frecuencia y el tipo de relaciones sexuales. Esta aceptación social se mantenía en tanto que la posición económica y la condición social de las prostitutas se reflejaban directamente en su relación con los clientes. Mientras que las prostitutas clandestinas debían enfrentar la opresión y la estigmatización, las prostitutas que trabajaban en burdeles o en establecimientos religiosos eran vistas como una parte integral de la sociedad. De hecho, algunas prostitutas alcanzaron un gran poder y riqueza gracias a sus habilidades y a su proximidad con los administradores y líderes de la ciudad. También era común que los romanos dejaran sus haciendas y propiedades a las prostitutas favoritas, lo que les permitía vivir una vida de lujo y comodidad. En contraste, las prostitutas de baja categoría, que no tenían acceso a la cultura y la educación, tampoco tenían derecho a propiedad y estaban sujetas a la explotación y el abuso. Sin embargo, la aceptación de la prostitución en la Antigua Roma también había generado una fuerte crítica social y moral, ya que algunos romanos creían que esta práctica erosionaba la moralidad y la integridad de la sociedad. De esta forma, la prostitución en la Antigua Roma revela una compleja y contradictoria visión de la sociedad y la moralidad en ese período de tiempo Historia de la prostitución - Wikipedia, la enciclopedia libre..